¡Tarde con la Esculta!

El pasado fin de semana, los castores y  castoras pudieron compartir una tarde maravillosa con la Unidad Esculta Akorán. ¡Qué bien nos lo pasamos con los mayores!

Durante la tarde, realizamos varias danzas y juegos como, "Era una sandía gorda", "Si tú fueras tan sagaz", "Estate quieto di´ ahí", pasando una tarde realmente entretenida, como pueden ver en el video que hay más abajo.

Después de tanto bailar, nuestras tripas empezaron a sonar creando una danza muy peculiar, ¡querían merendar! Y como buenos castores, junto con la Unidad Esculta, compartimos todos nuestras meriendas. Además, los castores le tenían preparado una pequeña sorpresa a la Esculta.

Un poquito antes de salir del local, la Colonia recibió una carta de nuestro gran amigo Malak en la que este búho tan sabio nos contaba que por Portugal les encantan las galletas y nos invitaba a preparar unas en forma de mini Malakitos. Así que nos pusimos manos a la obra, preparando unas deliciosas galletas con los ingredientes que nos había dejado preparados.

Y para finalizar la tarde, los castores y castoras se pusieron a preparar el SUPER DIQUE, ya nos queda menos, solo le podemos contar que será ¡¡una sorpresa para el grupo!!

¡¡BESITOS Y COSQUILLAS!!

Explorando el Barranco de los Cernícalos

El pasado 18 de mayo, nuestros castores se abrocharon bien fuerte las botas, cogieron sus prismáticos, llenaron sus cantimploras de agua, se colocaron bien el fular y cogieron sus chubasqueros para poner rumbo al Barranco de los Cernícalos. ¡Nos esperaba un día lleno de aventuras! ¡No podíamos esperar a embarrarnos hasta las cejas, saltar riachuelos y trepar algún que otro árbol!

Todo comenzó, ese mismo sábado, en el parque Don Benito, mientras esperábamos a la guagua con ansias de pisar tierra firme. ¡Estábamos nerviosos por la gran aventura que se nos venía encima! 

Una vez que llegamos, empezamos nuestra expedición junto a la Tropa, que nos acompañó por muy poco tiempo, nosotros queríamos ir solos en busca de escarabajos y coger alguna que otra piña del suelo. ¡Y para nuestra sorpresa vimos unas cabras y unas ovejas enormes! Nos dimos cuenta de esas molestas plantas que pican y se nos quedan pegados al pantalón. ¡Buah, que horrible fue despegarlas! También vimos una acequia que estaba llena de caracoles y un precioso riachuelo que comenzamos a seguir como buenos castores, "nadando río arriba" a ver que nos deparaba.

Mientras esperábamos a los troperos, nosotros que estábamos muertos de hambre, para engañarla un poco, nos pusimos a crear, cerca del riachuelo que habíamos encontrado, un pequeño dique que terminó siendo más parecido a un puente. Nos subimos a las piedras y a los árboles como buenos exploradores y para no olvidarnos de nada, nos sacamos muchas fotos.

Después de comer, tuvimos un rato de tiempo libre para reposar la comida. Jugamos a pi y nos convertimos en pequeños científicos haciendo experimentos acuáticos en la acequia. Pero llegó la hora de coger la guagua y de volver a casa.

¡QUÉ DÍA MÁS DIVERTIDO PASAMOS!